
09 Oct Cambiar el color de la fachada para cambiarlo todo
Es lo primero que ves al llegar a tu casa o edificio pero solo la contemplas detenidamente cuando necesita una transformación. Cambiar el color de la fachada puede suponer toda una revolución porque el nuevo aspecto impactará en la percepción del espacio y en tus propias emociones. Ya sabemos que, a nivel psicológico, los colores ejercen una importante influencia en el estado de ánimo y tienen una enorme carga simbólica y cultural, así que la elección del acabado frontal de la vivienda no es un tema menor. Por lo general, cuando se decide intervenir la fachada, optamos por volver a pintar del mismo color que ya existía pero, ¿por qué no atrevernos a innovar? A continuación te daremos tres pautas que debes tener en cuenta para dar ese paso definitivo en tu reforma integral.
Render, la herramienta que te ayuda a imaginar
Cuando te cansas de ver siempre el mismo color y no paras de imaginar cómo quedaría tu casa o edificio si se pintara de esta o de aquella manera, es que ha llegado el momento de analizar el tema con seriedad. Como expertos en reformas de casas en Barcelona, te recomendamos que antes de tomar cualquier decisión hagas uso de las nuevas tecnologías para visualizar resultados. Un render es una simulación en 3D obtenida mediante un programa informático que permite diseñar la fachada con diferentes acabados. Respetando las dimensiones y textura de los materiales podrás hacerte una idea clara de cómo quedará y qué sientes al verla.
Elige el estilo que mejor refleje tu personalidad
Como ya decíamos, el color interviene en el estado de ánimo y además está relacionado con tendencias de interiorismo. No es lo mismo un gris oscuro que evoque el estilo industrial que los tonos ocres y marrones que remiten al bosque. Cuando tienes la libertad de decidir cada detalle de la reforma integral de casa, es importante que la fachada sea el marco que refleje tu carácter y estilo de vida. Así, la combinación de tonos amarillos o verdes puede ser ideal para una casa rural en la que quieras imprimir alegría y sintonía con la naturaleza. La sobriedad del negro combinado con el blanco es una solución para hogares que valoran la discreción y la tranquilidad. Y si la casa se utiliza como lugar de trabajo, ¿por qué no probar con una composición que incluya gris asfalto y granate? Las posibilidades son tan amplias como la paleta cromática.
Los edificios también merecen un cambio
Cuando se trata de reformar la fachada de un edificio, la decisión depende de varios propietarios. Aquí habría que destacar que el cambio de color requiere la aprobación de la mayoría y por tanto, no es indispensable la unanimidad. No se trata de un elemento que altere sustancialmente la estructura sino que es una modificación estética. También es necesario consultar con el Ayuntamiento si hay alguna normativa de Patrimonio que impida el uso de algunos colores o se deba respetar una gama específica. Aclarados estos puntos, la paleta se abre con propuestas clásicas como el blanco absoluto, que siempre generará tranquilidad y armonía y, en el plano opuesto, el uso de tonos como el azul índigo, de gran profundidad. La elección de colores potentes como el verde en diferentes tonalidades puede ser una manera de llamar la atención con un mensaje cargado de vitalidad.
Porque cambiar el color de la fachada es una decisión de vital importancia, desde nuestro estudio de arquitectura e interiorismo en Granollers estamos preparados para asesorarte en todo el proceso y encontrar el acabado perfecto, que armonice con el entorno e interprete aquello que quieres transmitir