
10 Feb Claves en el diseño de iluminación de tiendas
Existen múltiples variables que se pueden valorar cuando se quiere empezar un proyecto de diseño de iluminación para un espacio comercial. Hay que tener claro que, a diferencia de lo que mucha gente piensa, son muchos los tipos de luz que pueden ser empleados y, además, con diferentes funciones según los objetivos que se quieran conseguir. Además, para evitar errores, es necesario estudiar previamente otros aspectos fundamentales a tener en cuenta como la potencia, tipo de transformadores, temperaturas, colores, etc.
Los varios tipos de luz que se diferencian en función de la lámpara que la genera y, también, la gran cantidad de variables que ofrece el mercado hace que un buen diseño de una instalación de iluminación de tiendas necesite de algunos conocimientos en el plano técnico, así como de una buena experiencia en el tema. Aunque esto es algo evidente para los profesionales en interiorismo, puede no serlo para el empresario o el gran público.
Estamos hablando de la luz artificial, no incluyendo en esta clasificación la luz natural que es la que tiene mayor importancia y que debemos tener en cuenta en todo proyecto de reforma o interiorismo que realicemos. La mayoría de gente que no tiene conocimientos técnicos, cuando se enfrenta a una instalación de iluminación se limita a analizar los variados tipos de lámparas que generan luz. Pero hoy, desde Contemporánea, vamos un paso más allá y explicamos las claves para que un nuevo diseño de iluminación sea todo un acierto.
Elegir la tipología de la luz
Cuando empezamos con el diseño de iluminación para una tienda tenemos que decantarnos por una tipología de luz o bien optar por combinar varias de ellas. Se debe dejar atrás esa creencia de que la luz es siempre la misma. En el mundo del diseño y de la arquitectura de interiores se catalogan diferentes tipos de iluminación comercial según la función del elemento generador de la luz.
La elección del tipo de luz va a depender de cada caso concreto y de los puntos a los que demos mayor o menor importancia. Lo que está claro es que en el diseño lumínico no existe una plantilla a seguir. Los aspectos en los que debemos basar nuestra elección son, por ejemplo, el rendimiento y el consumo, las horas en las que va a estar encendida la luz, el tipo de producto que se ilumina o si se va a encender y apagar de manera constante.
Los tipos de luz más comunes que se suelen emplear en interiorismo comercial son:
- Luz natural: es el aliado principal para el interiorista y, además, cuenta con una peculiaridad que la hace diferente del resto: no es constante y va variando a lo largo del tiempo.
- Luz halógena: esta es la mejor cuando se quieren resaltar los detalles. Suele usarse como luz de acento para resaltar objetos de forma específica. Puede regularse su intensidad y con el paso del tiempo va perdiendo potencia lumínica.
- Halogenuros metálica: es ideal para iluminar el producto. Luz bastante brillante que reproduce de manera fiel los colores naturales de los objetos que son iluminados por ella. Se suele usar en las exposiciones de productos.
- Fluorescencia: luz muy utilizada en las oficinas. Tiene un consumo reducido aunque de poco rendimiento. Existen varios tipos de temperatura de color según el uso que proyectemos para ella. Suele usarse para iluminar espacios que necesiten muchas horas de funcionamiento y pocas interrupciones en su suministro.
- LED: podemos decir que es la luz que tiene más futuro en el mundo de la arquitectura en general, destacando su bajo consumo y alta eficiencia. Esto conlleva un alto rendimiento. Pese su alto precio, a la larga es rentable. No desprende prácticamente calor residual.
Definir la función de la iluminación
Una vez nos hemos decantado por un tipo de luz o la combinación de varios tipos, debemos continuar con el diseño. Dependiendo del uso que vayamos a dar a una misma lámpara, podemos conseguir varias formas de iluminar. Por poner unos ejemplos, cuando contamos con una lámpara fluorescente compacta, de las que ahora llamamos “de bajo consumo”, situada en una luminaria con un reflector que concentre mucho el halo de luz podemos conseguir una iluminación puntual.
En caso de prescindir de esto, el grado de apertura aumenta abriéndose, siendo la luz emitida la que funciona como luz ambiental. Debemos tener claro que con una misma lámpara se puede iluminar de varios modos decidiendo así qué forma de iluminar es la más adecuada para cada caso.
La importancia de los detalles en la iluminación comercial
Una vez que sabemos la fuente o tipo de luz que queremos y el modo en que queremos iluminar con ella nos quedan por definir los últimos detalles. Para el mismo tipo de bombilla, muchas veces vamos a poder elegir entre varios casquillos o posibilidades de colocación, además de varias potencias según el volumen que busquemos iluminar. En cuanto a otros elementos, también pueden ser reflectores para ir modificando el halo de luz, temperaturas de color o los importantes transformadores que son necesarios para la mayor parte de las lámparas y cuya elección es necesaria para que funcione bien la instalación.
La iluminación en los espacios comerciales es, sin duda, una de las partes técnicas de un proyecto que necesita de una mayor experiencia profesional. El diseño óptimo de una iluminación comercial puede quitar importancia a ciertos errores que existan en un proyecto si empleamos las armas que tenemos para luchar contra ello. Por otro lado, debemos tener en cuenta que también puede pasar que una mala utilización de la iluminación puede llegar a arruinar un espacio comercial por completo. Planificar adecuadamente la iluminación de un espacio comercial hará que se acentúen las características principales y peculiaridades del mismo y hará, por lo tanto, aflorar y destacar sus bondades y virtudes.
Para concluir, queremos destacar, basándonos en nuestra experiencia como profesionales en reformas e interiorismo, que un buen diseño lumínico es el que es capaz de combinar varios tipos de luz y explora las posibilidades que tiene cada uno para conseguir el resultado más favorable. ¿Nos cuentas tu proyecto?