¿Qué tener en cuenta en el interiorismo de tienda?

¿Qué tener en cuenta en el interiorismo de tienda?

15 Sep ¿Qué tener en cuenta en el interiorismo de tienda?

Transformar curiosidad en ventas. Así se podría definir el interiorismo de tienda, todo un arte que hay que dominar si se quiere ofrecer la mejor experiencia de compra a los consumidores, hacer que se sientan atraídos por lo que ven y, cómo no, destacar entre miles de competidores.

Es que la decoración, así como la distribución de los elementos, lo olores, la facilidad con la que se puedan encontrar las cosas y probarlas, son todos factores clave que en el mundo del interiorismo de tienda hacen una diferencia significativa en cuanto a si se logra o no la venta y, sobre todo, si se repite.

¿Qué tener en cuenta en el interiorismo de tienda?

¿Qué tener en cuenta en el interiorismo de tienda?

Por eso, hoy, desde Contemporánea vamos a repasar algunos de los aspectos básicos a tener en cuenta a la hora de crear interiores eficaces que no solo atraigan a más clientes a una tienda sino que, gracias a un diseño inteligente, hagan que se interesen por los productos y se vayan con ellos directos a la caja.

1. La zona del umbral, fase de transición

La más importante, la que representa la transición desde el mundo exterior del cual hemos conseguido atraer a los clientes a la experiencia que les vamos a ofrecer. La zona del umbral no es nada más ni nada menos que el primer espacio en el que nuestros visitantes se encuentran cuando entran en la tienda y corresponde, en función del tamaño del negocio, a los primeros cinco/quince pies de espacio.

En la fase de transición, nuestros clientes serán críticos y valorarán con un primer vistazo qué tan barata o cara es la tienda, si está todo bien ordenado, la iluminación, los colores, etc… Así que cualquier elemento que pongamos en la zona del umbral como puede ser un producto, señalización o carros será casi seguramente ignorado o incluso puede que representen un freno para seguir adelante. Haz que tus clientes cojan confianza, ¡no les asustes!.

2. La derecha, una potente aliada

En América del Norte las estadísticas hablan claro: el 90% de los consumidores cuando entran en una tienda tienen tendencia a girar hacía la derecha. La pared derecha es por eso también llamada “muro de potencia” y actúa como un medio de gran impacto en los consumidores, lo cual proporciona un gran potencial a los productos ubicados en este espacio.

Así que hay que elegir cuidadosamente lo que se quiera mostrar aquí para despertar la atención de los clientes: productos nuevos o estacionales, productos de alta rentabilidad o demanda… elijamos lo que elijamos, hemos de mostrarlo con estilo y si tenemos pantallas aprovecharlas en este espacio para contar historias sobre nuestra marca, una nueva colección, nuestro negocio.

3. El camino, a dónde van los ojos los pies seguirán

Ahora que sabemos que nuestros clientes tienden a girar a la derecha, debemos asegurarnos de que sigan caminando por la tienda con el objetivo no solo de aumentar las posibilidades de compra, sino también de poder controlar el flujo de tráfico.

No hay una norma estricta en este caso, mucho depende del tamaño de la tienda y de su diseño. Lo que está claro es que la parte visual juega su papel fundamental, y obtener el máximo nivel de exposición de los productos es clave para que los pies de nuestros clientes se dejen llevar por sus ojos.

La mayoría, a la hora de planificar el interiorismo de una tienda, utilizan una trayectoria circular comenzando por la derecha para que los clientes lleguen a la parte trasera de la tienda y regresen al frente. Una buena idea, sin duda, que siempre resulta muy eficaz. Pero si buscamos algo más atractivo y que entre por los ojos, podemos por ejemplo cubrir el camino con texturas diferentes y poner un anuncio llamativo o una pantalla al final de cada pasillo para marcar mejor la ruta y llamar la atención.

4. “Los reductores de velocidad”, para detener a tus clientes

Conseguir que los clientes se detengan bastante tiempo en una tienda no es fácil, pero este debe ser uno de nuestros objetivos después de todo el esfuerzo que hemos puesto en nuestra estrategia de merchandasing. Así que, para evitar que vayan con prisa y conseguir que observen más detenidamente nuestros productos y, por lo tanto, compren más, podemos optar por varias soluciones.

Una de ellas son los «reductores de velocidad”. ¿En qué consisten? Básicamente en colocar por el camino cualquier cosa que pueda ofrecer a los clientes un descanso visual, como señalización especial o de temporada y “puestos de mercancías», es decir, expositores especiales de productos que nos interese destacar casi al final o en medio de pasillos de la tienda. Esa es una manera para que los clientes se animen a realizar compras de impulso.

Sin embargo, si la tienda no tiene muchos pasillos, debemos optar por agrupar bien los productos para que siempre sea fácil encontrarlos, verlos y tocarlos respetando la perspectiva del comprador. Los productos «de mayor demanda» deberían siempre ira la altura de los ojos y se deberían cambiar con suficiente regularidad para generar expectativas en aquellos clientes que son fieles.

5. La comodidad, tus clientes se lo merecen

Cuando los clientes pasean por nuestra tienda buscando sus productos, necesitan sentirse cómodos y tener su espacio personal para mirar, parar dónde les interese y pensárselo sin prisa ni presión. Así que hemos de asegurarnos que los pasillos sean suficientemente amplios.

Otra manera de ofrecer comodidad a nuestros clientes es mediante una zona de espera o descanso con butacas o bancos, dónde puedan parar y así pasar más tiempo en la tienda. Esta solución es útil, sobre todo, en los casos de compradores que van acompañados de alguien que no está especialmente interesado en comprar o de niños. Eso sí: a nivel estratégico deberíamos intentar colocar los asientos siempre frente a la mercancía.

Hasta aquí los aspectos básicos a tener en cuenta en el interiorismo de tienda, pero en realidad se trata de un proceso de mejora sin fin en el que lo más importante es saber reconocer lo que atrae a nuestros clientes, lo que no les gusta y cómo se mueven.

Recuerda: el aspecto de una tienda es su tarjeta de presentación y además es la primera impresión. Así que no debes malgastarla, sino poner todo tu empeño en identificarte visualmente de la mejor manera.

Si necesitas ayuda de profesionales en interiorismo para crear la identidad de tu tienda o bien quieres darle un cambio de aire, contacta con Contemporánea Interiorismo y te ayudaremos a dar forma a tus ideas y a enamorar a tus clientes.



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