Sinónimo de frescura, tranquilidad y luminosidad, la piscina no puede ser un elemento aislado en una torre Catalunya sino pieza fundamental para integrar diferentes espacios. Como un lienzo en blanco listo para ser transformado, el terreno de casi 400 m2 al que se enfrentó nuestro estudio de arquitectura Granollers se presentaba como una gran oportunidad para proyectar diferentes volúmenes cúbicos alrededor de la lámina de agua situada en el centro.
Inicialmente, los propietarios de esta vivienda unifamiliar habían pensado en instalar la piscina debajo del suelo del comedor o de la pasarela de las escaleras, porque si de algo estaban seguros es que querían algo novedoso. No esperaban ver la piscina al fondo, aislada de la construcción, sino integrada a todo el proyecto.
Descartada esta idea por posibles complicaciones constructivas, nuestro arquitecto Granollers propuso un diseño que girara en torno a una piscina cuadrada, situada en el centro de la casa. Un eje vertebrador para las cuatro alas de la propiedad, distribuidas entre planta baja y planta superior. De este modo, las amplias ventanas orientadas hacia el interior del chalet se benefician de la luz natural. La escalera en plataforma flotante sin baranda aporta un diseño innovador, de gran valor artístico, para resaltar aún más los reflejos provenientes de la piscina. De este modo, la lámina de agua gana un papel protagonista y permite configurar espacios muy diáfanos al convertirse en un punto de oxígeno y luz para toda la casa.
Otro aspecto destacable de esta obra nueva es la fachada, construida con geometrías cúbicas, para la que se hizo uso de travertino natural, traído desde Alicante.
Una torre Catalunya en la que predominan las líneas rectas y minimalistas, huyendo de formas clásicas. Un proyecto completo de nuestro estudio de arquitectura y diseño Granollers del que nos sentimos especialmente satisfechos.